La Nación - 14/12/2024 03:32:08

Un Sinatra bohemio. Cuando Tom Waits conquistó el corazón del sábado por la nochePor Gabriel Sánchez Sorondo


¿Que opinas de este título?



Corren mediados de los setenta; no están lejos de explotar los brillos de los Bee Gees y John Travolta contagiando su fiebre sabatina al mundo. Pero en un recodo de San Diego, California, transcurren otros sábados entre luces y voces bajas, entre gente solitaria al borde del sistema que no baila y bebe whisky en la barra. Un cantor blanco con aire a Bob Dylan y algo del inglés Nick Drake (su compañero de sello discográfico, muerto por sobredosis, precisamente en 1974) toca el piano con los dedos torcidos, y gana cierta fama. Está yendo en dirección contraria a Closing time, su primera placa, de 1971, titulada en alusión a los locales nocturnos donde ya es hora de que te vayas. Él no cierra: abre. A una dimensión experimental. Su disco número dos define ese paso crucial. Marca hora propia. El pianista de tugurios y pelo revuelto a lo pájaro loco trae algo distinto. Sus letras cuentan el lado oscuro del sueño estadounidense, remiten a Jack Kerouac, a Charles Bukowski, a bares y abandono.